Wednesday, July 28, 2010

Desde Obrapía hasta Imago

Dedicado a Andrés Sosa

Recuerdo la casa de Andrés, en la calle Obrapía, casi un anticuario, en el centro histórico de La Habana Vieja. Su terraza llegó a competir con La Casa del Té ubicada en las proximidades. Eran los años 80. Allí nos reuníamos, conversábamos, discutíamos de arte y saboreábamos tizanas e infusiones que el anfitrión endulzaba con su limitada cuota de azúcar. Allí nació esta historia.

Era Navidad y a pesar de sus tantas carencias, Papá Noel siempre depositaba al pie de su árbol un regalo para mí, generalmente un libro. Hojeando su presente, saltó ante mis ojos un pedazo de papel doblado que mostraba un bello y extraño dibujo a plumilla, obviamente olvidado entre sus páginas. Su gentileza hizo que me lo quedara también. La pieza me ha acompañado desde entonces. Nunca supe la identidad del autor que se firmaba como Hebelio.

Con tanto mar de por medio, y al otro lado de la orilla, vinieron nuevos y también buenos amigos. Reunidos, esta vez con motivos de celebraciones en una casa al sur de Miami, me llamó la atención un cuadro que mostraba un gallo simple y soberbio, tan rojo como los red-lands donde nos encontrábamos. Me pronuncié por su belleza y la alegoría a la palma real y me presentaron al autor que observaba su obra callado, casi tímido, desde la distancia.





















Meses después, posteriores al grand opening de Imago Art Gallery, en Calle Ocho, volví a visitar el recinto pocos minutos antes del cierre. Apagaban ya algunas luces en señal de que la apertura de la nueva exposición finalizaba. Solicité que me iluminaran una de las obras ya oscura y como una sucesión de ideas o concatenación de casualidades, las líneas del dibujo se identificaban más y más con mi memoria gráfica. Una vez en casa, ya no había lugar para las dudas de que los rasgos lineales de aquella vieja pieza sin título, color sepia por el tiempo, coincidían con los de la más reciente creación de la serie ‘Damiselas’ por JosEvelio Rodríguez-Abreu, aquel pintor, otrora dibujante arquitectónico, con quien cruzaría palabras en la distante fiesta de abril.

Hoy mi vieja acompañante tiene una historia, una hermana más joven y coqueta y un nombre otorgado por su creador. Se titula “Extraña Mujer”. Falta ahora conocer cómo esa extraña mujer encontró refugio dentro de un libro en la calle Obrapía.

Nota: El por qué de las firmas diferentes encuéntrelo haciendo un click aquí.

“Josevelio (…) Poeta plástico tanto como pintor poético insufla en sus obras esa segunda intención velada que sólo habla al oído (…)” – José Montes. Quintessence. Catálogo. Imago Art Gallery

Photos by José Soriano

5 comments:

  1. Soriano en cierto libro (genial,que prefiero por hoy, no referirme a él).Dice su autor "que a los objetos o cosas, todo es cuestión de encontrarles el
    anima"Y grandes verdades, así nos rodean todos los días.Esa "Extraña mujer"aparece para cerrar un ciclo de mi vida y sellar una hermosa amistad.
    !Qué otra suerte puede uno esperar de los astros y Dios?!!Salud y suerte a Andrés Sosa.Hebelio/2010.

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  2. Muy bonita historia, creo que todos los que la lean la agradecerán pues cuenta las increíbles vueltas que todo puede dar en el mundo y de los constantes encuentros y desencuentros -estos últimos más que los primeros- y como la memoria es la única que puede salvar tanta distancia y olvido.
    Saludos Esteban

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  3. Que historia más hermosa, sé que llego tarde al post, pero no creo que sea tarde para quedarme en este maravilloso blog.
    Un saludo desde el sur del mundo.
    Gino.

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  4. Agregaría que "Extraña Mujer" siendo ella hermosísima, ha recorrido caminos increíbles, físicos y virtuales, rodeada de ese halo de misterio que la convierte en una leyenda maravillosa.
    Felicitaciones
    Un gran saludo desde el Sur del confín del mundo
    Maffi

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  5. Ese dibujo no estaba ahí olvidado, en esa vieja casa nada estaba ahí olvidado. Ese dibujo, esa mujer de senos desiguales, era mi pequeño aporte para que un genial estudiante de medicina que curiosamente le decía a los vulgares chupones "purpuras ficticios" descubriera la pasión por el arte y no sabes lo feliz que soy pues a pesar de los muchos años que han pasado aún nos recordamos con tanto cariño.
    Andrés Sosa Rivera

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