Sunday, December 1, 2013

Michelangelo: Un Tour Gratis por la Ciudad Eterna


Pietà by Michelangelo, c. 1499
Photo by Jos
é Soriano, 2012

“Only after the intellect has planned
The best and highest, can the ready
hand
Take up the brush and try all things
Received.”   - Michelangelo1

Aún en esta digitalizada generación de minimalismos, de tabletas y teléfonos inteligentes, donde absolutamente todo se caracteriza por la inmediatez y la fácil accesibilidad, lo perecedero y el olvido, la obra maestra de Michelangelo Buonarroti sigue impresionando a estudiosos y a los comunes turistas. Su labor creativa está diseminada por varias ciudades del mundo, pero es en Italia donde se concentra gran parte de su maravillosa obra.
La capital italiana en particular reúne importantes trabajos de este artista renacentista, y contrario a lo que muchos creen pueden disfrutarse sin tener que pagar un céntimo.
Miguel Ángel se consideraba a si mismo más escultor que pintor, sin embargo, su genio pictórico se inmortalizaría con los frescos del la Capilla Sixtina, reto que asumió completamente solo, sin colaboración alguna. Por otra parte, sus habilidades como arquitecto son menos conocidas por los visitantes, aun cuando se desplazan por predios donde el virtuoso artista puso su mano e ingenio.
No es el objetivo del presente post describir la vasta obra del maestro que se concentra en Roma, para eso se pueden consultar innumerables volúmenes escritos por eruditos e instructores en historia del arte, pero sí puntualizar dónde exactamente encontrarlos en la medida que el visitante camina aquí y allá buscando quizás otros landmarks de la ciudad.

1.- En el Vaticano*


Tendrá que hacer una larga fila si visita la Basílica de San Pedro en la mañana, quizás más breve en la tarde; sus pertenencias serán inspeccionadas y un detector de metales escaneará su cuerpo, pero la espera será recompensada cuando una vez dentro, entrando por el atrium, en la capilla de la derecha encuentre la Pietà, la más famosa de todas la piedades y la obra mejor lograda en la juventud de Miguel Ángel (1499).
Sobre el altar papal donde se erige el baldaquín, disfrutará del interior de la cúpula, concebida por Miguel Ángel en su tercera edad. Cuando dirigía como arquitecto los trabajos de la Basílica Vaticana y le sobrevino la muerte, sólo se había completado hasta el tambor;  el proyecto cuyo modelo en madera se puede admirar en los Museos Vaticanos fue modificado posteriormente y completado por Giacomo della Porta quien le añadió unos pocos metros de altura estilizando así el domo.
Basilica di San Pietro. Duomo. Exterior
Photo by José Soriano, 2012
Basilica di San Pietro. Duomo. Interior
Photo by José Soriano, 2012
La visita a los Museos Vaticanos está exenta de cargos el último domingo de cada mes, tal que si planifica bien su viaje, tampoco tendrá que pagar por visitar la Capilla Sixtina, la última ‘parada’ del maratónico recorrido one-way de estos museos. Le tomó a Miguel Ángel cuatro años completar las pinturas de la bóveda de la Sixtina, toda una galería de arte que abarca las historias del Génesis, controversiales desnudos, los antepasados de Cristo y escenas de la salvación del pueblo hebreo según el Viejo Testamento, sin dejar de admirar los ‘pequeños’ amorcillos que crean un efecto óptico ilusorio de bajorrelieve entre profetas y sibilas. Veinte años después, volvería a la Sixtina cuando se le comisionó El Juicio Final (1536-1541), fresco que ocupa la pared del altar.
Sistine Chapel Ceiling.
Photo by José Soriano, 2012
Last Judgement by Michelangelo, c. 1536-41
Cappella Sistina, Vatican
Photo by José Soriano, 2012
2.- En la Colina del Esquilino

En la Basilica di San Pietro in Vincoli, a la derecha del altar mayor, se encuentra el modificado monumento funerario del Papa Julio II comisionado a Michelangelo en 1505.  Solamente el impresionante Moisés fue concluido por el artista, se dice que las dos estatuas femeninas que lo flanquean (Lía y Rachel) fueron completadas por alumnos del maestro. Miguel Ángel había concebido alrededor de 40 estatuas para una tumba de mayores proporciones, pero los trabajos en la Sixtina y otras dificultades no le permitieron concluirlas. Los Esclavos a medio esculpir que se encuentran en el Louvre de Paris y los que acompañan al David en la Academia de Florencia estaban supuestos a compartir espacio con el magistral Moisés en distintos niveles de la monumental tumba inicial.
Moses by Michelangelo, c. 1513-15
Basilica di San Pietro in Vincoli.
Photo by José Soriano, 2012

En la Basilica di Santa Maria Maggiore se halla la Capella Sforza, el último trabajo de arquitectura diseñado por Miguel Ángel en 1562 bajo la asignación del cardenal Guido Ascanio Sforza y completada posteriormente por della Porta Tiberio Calcagni, su asistente. Si bien el artista no la vió terminada, si supervisó cada detalle en la medida que tomaba ‘forma’ en los dos años previos a su muerte. Aunque solo está reservada para los practicantes de fe católica, puede contemplarse desde el corredor izquierdo sin tener que abonar absolutamente nada, a menos que Ud. quiera añadir un pequeño donativo.**



3.- Al Sur del Panteón

En la Piazza della Minerva (que se identifica por un elefantino que carga un obelisco egipcio sobre su dorso) y dentro de la iglesia de Santa Maria sopra Minerva, se encuentra a la izquierda del altar mayor, el Cristo della Minerva  (1521), una de las esculturas menos conocidas de Miguel Ángel, también nombrada como Cristo Redentor o Cristo Portando la Cruz, al cual posteriormente en la era del ‘pudor’ le añadieron un taparrabo omitiendo así la habitual desnudez en los trabajos del maestro (algo parecido sucedió con El Juicio Final).
Redentore by Michelangelo, c. 1521
Basilica di Santa Maria sopra Minerva

Photo by José Soriano, 2012
4.- En la Colina Capitolina

Muchos turistas apremiados por el tiempo cuando se dirigen a visitar las colecciones de los Museos Capitolinos, no saben que al atravesar la piazza están pisando otra creación de Michelangelo que fue concluida después de su muerte. Hacia 1536 este máster había rediseñado la plaza, en los dibujos añadía un intrincado patrón geométrico al piso en cuyo centro elíptico se aprecia hoy una copia de la estatua ecuestre de Marco Aurelio; renovó además las fachadas de los palacios a su alrededor y diseñó la Cordonata, la amplia y ‘suave’ escalinata que está custodiada en su base por dos antiguos leones de granito egipcio y en su tope por las estatuas colosales de Cástor y Pólux.
Piazza del Campidoglio
Photo by José Soriano, 2012
Cordonata
Photo by José Soriano, 2006
5.- Alrededor de la Piazza Navona

Llegando al río Tíber y a pocos pasos del Campo de Fiori, se encuentra el Palazzo Farnese, una construcción renacentista que quizás por estar custodiada por miembros del Carabinieri y cumplir funciones diplomáticas (sede hoy de la embajada de Francia), pase inadvertida como punto de atracción turística. Desde la fuente de la plaza, se puede admirar la fachada donde la mano de Miguel Ángel dejó su impronta en 1547. El artista no solo ganó el concurso anunciado por el cardenal Alessandro Farnese (luego Papa Pablo III) relacionado al diseño de las cornisas sino que debió concluir un proyecto inacabado tras la muerte de su anterior constructor, cambiando completamente el ‘aire’ del edificio, añadiéndole un tercer nivel y un céntrico balcón con el escudo de la familia en el frontón. También modificó el patio interior; pero para disfrutar del cortile interno si tendrá que reservar (y pagar) un tour con mucho tiempo de anticipación.**

Palazzo Farnese
Photo taken from Wikipedia
6.- En la Muralla Aureliana, al final de la Vía Pía

En julio de 1561, el Papa Pio IV asignó a Michelangelo el diseño de una nueva puerta, la Porta Pía, que diera acceso a la ciudad de Roma en sustitución de la antigua Porta Nomentana situada más al sur. Aunque el resultado final fue modificado después del deceso del artista, en una placa conmemorativa se muestra la idea original del maestro.**
Porta Pia and two drawings for the gate
by Michelangelo. 
Collage by José Soriano
 Photos from WGA
7.- Por la Termini (Estación Central)

En la actual Piazza della Repubblica y sobre parte de las ruinas de las Termas de Diocleciano (que en su momento fueron las más grandes de su tipo en la antigua Roma), Miguel Ángel diseñó en 1560 su último gran proyecto arquitectónico: la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires. Proyectó la transformación de las áreas del frigidarium y el tepidarium en iglesia usando los planos de una cruz griega, tal que el templo luciera más ancho –transversalmente- que largo y sin más fachada que uno de los vestíbulos circulares de las termas, su genio dejaba entrever el legado de la gran escala constructiva de sus predecesores, aun cuando tuvo que elevar el piso a la altura de las calles de la época. Varias modificaciones ‘cosméticas’, decorativas y astronómicas  se realizaron después, pero la idea conceptual de armonía espacial pertenece al maestro.
S. Maria degli Angeli e dei Martiri
Photo taken from www.santamariadegliangeliroma.it

Hasta aquí mi recorrido por la città eterna detrás de uno de los artistas más grandes que haya parido la hermosa península europea, claro está que desplazarse de un lugar a otro en la ciudad le costará unos pocos Euros. Se recomienda llevar algunas monedas que al depositarse cerca de las piezas en cuestión, le permitirán disfrutarlas iluminadas en todo su esplendor o acopiar paciencia y esperar que otro turista lo haga por usted.
Arrivederci.

*Desafortunadamente el que suscribe estas líneas no se encuentra entre los ‘elegidos’ que han podido admirar los últimos y recientemente restaurados frescos del genio renacentista que se conservan en la Capilla Paulina, reservada sólo al Papa de turno y cerrada al público. Con su cabeza llena de proyectos arquitectónicos pospuestos, ya cansado y contrariado por las imposiciones, a Miguel Ángel se le ordenó en 1541 dos nuevos trabajos: La Conversión de Saulo (1542-1545) y La Crucifixión de San Pedro (1546-1550), obras que no fueron aceptadas con el mismo entusiasmo que sus anteriores trabajos dado a su alejamiento del ‘ideal’ clásico renacentista. Sin embargo, existe otra tardía pieza que sí pude admirar cuando llegó a la Florida junto a la exhibición itinerante “Vatican Splendors”: el pequeño bajorrelieve en mármol que regalara a su fiel amiga Vittoria: la Pietà de Colonna, contemplarla no resultó gratis, tampoco estábamos en Roma.
**Este post ha sido editado gracias a la colaboración de Yohanka Alfonso, licenciada en Historia del Arte, coterránea y amiga, quien ha sido capaz de ‘bailar en casa del trompo'. Hoy reside en Roma y le da color a lo que una vez hubo de estudiar solamente en la gama del gris. 

1 Tusianai J. The Complete Poems of Michelangelo. New York, NY: Noonday Press; 1960:146-147.