Tuesday, April 15, 2014

Reflexión sobre El Día Mundial Del Arte

IAA Logo taken from www.iaaworldartday.com

Hoy es 15 de abril, fecha tope en que los trabajadores de los Estados Unidos de América deben declarar oficialmente sus ingresos e impuestos al Tío Sam y como siempre las cadenas noticiosas lo estarán recordando una y otra vez hasta la media noche.
Pero mi madre, que ahora además es anotadora de toda la trivia que recibe por mensajes de textos a su teléfono móvil, me comunica que hoy se celebra El Día Mundial del Arte. Navego en Google y me llama la atención que el gigante de Internet no modificó esta vez su logo en reconocimiento y/o recordatorio a tal conmemoración. De todas formas utilizo esta herramienta del mundo virtual para enterarme que la fecha fue promovida recientemente, en el año 2011, por la Asociación Internacional de Arte, una organización no gubernamental asociada a la UNESCO y que la elección de la fecha no fue casual sino que unánimemente se declaró haciéndola coincidir con el natalicio de uno de los más grandes exponentes del Renacimiento: Leonardo da Vinci.
No es que esté en total desacuerdo con la elección de tal día para recordar al gran Maestro, pero más allá de la pintura, el genio de da Vinci lo convirtió en un creador excepcional, un innovador, alguien con una visión del futuro sin igual, un científico que basándose en la observación y la experimentación revolucionó con su invención todo en lo que participó. Un genio así estuvo por encima del arte, por el arte mismo. ¿Por qué entonces escogerlo a él como representante del arte de élite cuando le ofreció a la humanidad mucho más que eso?
Los minutos finales del documental biográfico* que adjunto, lo definen con estas palabras:
“-Desde el Código da Vinci a su escritura inversa, pasando por sus disecciones [anatómicas] y sus pinturas misteriosas, Leonardo se nos aparece como un ‘mago negro’ del Renacimiento (…). Fue un hombre de un talento excepcional que vivió en una época extraordinaria.”
“-Si miramos la vida de Leonardo, llegaremos a la conclusión de que fue más un científico que un pintor, pasó más tiempo interesado en la Anatomía, la Botánica, la Óptica y los estudios naturales que pintando cuadros con el pincel en la mano.”
Igualmente me pregunto por qué la propuesta no consideró a su rival renacentista a quien los contemporáneos llamaron ‘Il divino’, al gran Michelangelo Buonarroti, escultor, pintor, arquitecto y poeta, declarado por el pueblo de Florencia como “padre y Maestro de todas las artes” y quien nunca esbozó con su carboncillo o pincel un artefacto de guerra.
Ambos estuvieron perseguidos por los fantasmas de la perfección y la belleza, fueron egocéntricos y muy bien renumerados, tanto, que paradójicamente dejaron muchas de sus obras comisionadas inconclusas para asumir otros proyectos. Hoy hubiesen sido demandados por incumplimiento de contratos (Leonardo más que Miguel Ángel), incluso Leonardo hubiese sido tildado de promotor de la carrera armamentista. Los dos se supieron cobijar –y muy bien- bajo el manto de los políticos y poderosos de su época.

Unfinished works** by Masters.

Photos and collage by José Soriano
Dicho esto, creo que la elección fue arbitraria, igual pudieron destinar un mes completo para las artes, considerando el nacimiento de Michelangelo justo desde el mes anterior, o disputarse la elección entre Mozart o Beethoven, Madame Taglioni o Anna Pavlova, Shakespeare o Cervantes. Nada, que en esto de los concursos, elecciones y clasificaciones siempre habrá descontentos pues el arte es tan plural como diversas son sus fuentes. Lo cierto es que cada día entiendo y confió menos en las organizaciones mundiales que nos representan, más aun cuando las decisiones son unánimes y sin objeciones.


*En el doblaje al español de este documental del History Channel, y quizás por ser políticamente correcto durante la breve descripción del Cenacolo vinciano, se identifica a María Magdalena como la madre de Cristo y no como la amante que Dan Brown retrata en su libro de ficción The Da Vinci Code (2003).

**Leonardo da Vinci: Saint Jerome (c.1480). Pinacoteca Vaticana. Roma. 2012.
Michelangelo Buonarroti: Pietà (c.1550). Museo dell'Opera del Duomo, Florence. 2006.
Rondanini Pietà (c.1564). Museo D'Arte Antica. Castello Sforzesco. Milan. 2013.