Saturday, January 28, 2012

Martí, un visionario invidente

José Martí by Ernesto Fernández. 1958
El pasado año el fotógrafo Ernesto Fernández Nogueras recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas  2011, presea que se otorga a un creador cubano, vivo y residente en la isla por el conjunto de su obra. Pareciera una noticia más en el mundo de las artes visuales si no hubiese venido acompañada con la foto que encabeza este post enviada por un amigo desde La Habana. Me avergüenzo de mi ignorancia, no la conocía.

Su autor tenía entonces solo 18 años y se construía un monumento en la Plaza Cívica, según él eran tiempos difíciles bajo la dictadura de Batista y cuando vio el andamiaje de la inmensa cabeza de la escultura de José Martí rápidamente tomó dos fotos, sabía de la fuerza política que trasmitía tal imagen: los ojos parecían estar cegados, como para no ver lo que se le estaban haciendo a Cuba, corría el año 1958.  Posteriormente se convertiría en uno de los fotógrafos de la Revolución.

Yo nací después y acorde con las historias de mi mamá hubo compotas Gerber durante mi ablactación como resultado del trueque de alimentos por los prisioneros de Bahía de Cochinos. Nunca antes vi la foto, no la recuerdo ni entre el grupo de Bohemias amarillas y apolilladas que conservaba mi abuela materna. Sin embargo, si recuerdo -y hasta en las aguadas sopas que vendrían posteriormente- la fotografía de uno de sus contemporáneos: Korda y la foto del Che (cuyo esbozo adorna la misma plaza que en los inicios pertenecía solamente al Maestro).

Martí in Central Park. New York City
Photo by 
José Soriano
“Cuanto de bello y triste ven mis ojos”, con esa frase del ideario martiano finalicé un post anterior. No sé si Fernández la tuvo presente cuando se cerró el obturador de su cámara, pero si sé que a más de 50 años de aquel chasquido frente al lente, la ‘fuerza política’ de esa fotografía está vigente; mi amigo que sufre las amarguras de todo este tiempo y quien forma parte de esa generación perdida me comentaba: “…una foto que para mi tiene un valor simbólico tremendo…, una premonición de que no quería ver lo que vendría [después]…” pocas palabras que junto a otras definiciones como Apóstol, hombrecito vivo, prócer, educador, político, varón literario, poeta, pedagogo instintivo, Héroe Nacional o hasta autor intelectual de eventos con los que no tuvo nada que ver en el centenario de su nacimiento no sustituyen la dimensión de esta imagen. Quizás llamarle mártir le ajuste mejor, por sufrir desde muy joven las consecuencias de sus propias convicciones, para ello nada más esclarecedor que leer Los martirios de Martí  por Ondina León.

Sunday, January 22, 2012

El Pan de los Ángeles


Uffizy Gallery. Florence. Italy.
Photo by José Soriano
Después del Vaticano y sus museos, la florentina Galería Uffizi es la que más piezas de arte cristiano conserva en el mundo gracias a sus mecenas, los miembros de la poderosa familia Medici. Dicen los libros de viajeros que es uno de los lugares obligados a asistir antes de morir. La visité hace algunos años: extenuante y fatigosa, enriquecedora y exquisita. Pasa el tiempo y siempre recuerdas con agrado que bajo su techo duermen una Venus sobre una concha (Botticelli, El Nacimiento de Venus) y otra Venus reposando en sábanas blancas (Tiziano, La Venus de Urbino); pero un gran etcétera de nombres como Giotto, da Vinci, Rafael o Michelangelo se mezclan con las oleadas de turistas desplazándose con sus audio guías por las numerosas habitaciones y entonces, el encanto se desvanece.

Ayer reviví ese misterio de la contemplación, me dirigí al Museo de Arte de Ft. Lauderdale que por estos meses presenta la exposición itinerante Il Pane degli Angeli, curada por el propio director de la galería italiana. Más de 40 piezas han cruzado el Atlántico para dejarse ver en la Florida, Pennsylvania, Wisconsin y Georgia. Muchas de estas obras no cuentan con espacio para presentarse en su propia casa y otras nunca se habían desplazado fuera de Europa. Así que aprovechar esta oportunidad de ver escenas del Viejo y Nuevo Testamento con la complicidad del silencio y la soledad fue de disfrute doble.

F.Albani. Repose on the Flight into Egypt
Quizás la versión en inglés del título de esta puesta ‘Offering of the Angels’ provenga de la obra de Francesco Albani (1578-1660): 'Descanso en la Huída a Egipto'. En ella tres querubines protegen al niño Jesús, mientras otros ángeles se encargan de ofrecer pan, agua y flores a la Sagrada Familia.

Desde el punto de vista religioso, la exhibición muestra la relación Adán-Jesús y Eva-María en un proceso de tras-personalización que tiene lugar desde que los primeros habitantes cometieron ‘la mayor de las faltas’ hasta que encontraron la redención en el Salvador que sufriera ‘el mayor de los castigos’ (en otras palabras que los últimos pagaran los platos rotos de los primeros), llevándonos por los senderos del tema eucarístico: sangre-vino, cuerpo-pan ofrecido por los ángeles a los mortales.

Titian's Workshop. Madonna with Child and
Saint Catherine
. c.1550
Para los más pequeños el museo ha creado un cuaderno de actividades que facilita el aprendizaje de historia, técnicas pictóricas y decodificación de símbolos iconográficos. Para mí, la selección de estilos creo que fue lo mejor logrado, desde una 'Creación de Adan' simple y terrenal (por Jacopo Da Empoli, 1632), la fuerza dramática de 'El Sacrificio de Isaac' por Tintoretto, el lirismo de la mirada y los finos velos de la 'Madonna della Loggia' por Botticelli, el gótico representado en la 'Crucifixión' de Lorenzo Monaco hacia finales del siglo XIV o la pieza del taller de Tiziano restaurada un mes antes de entrar a esta gira. La exposición termina con una María que contempla con dolor los elementos de la pasión, quizás cuestionándose si valió la pena tanta sangre derramada (‘Non vi si pensa qvanto sangve costa’). Todas magníficamente ejecutadas para trasmitirnos estados anímicos, sentimientos, emociones y liberación interior que se traduce en calma.
Botticelli. Madonna della Loggia. c.1466-67
Il Parmigianino. Madonna with Child

Aun cuando soy consciente de lo caro que resulta preservar el arte en nuestros difíciles días, me molestó el hecho de encontrar junto a esta última pieza una urna transparente que a modo de alcancía invitaba a depositar más dinero para los Amici degli Uffizi. Igualmente como suele suceder en todos estos eventos, las fotos sin flash estuvieron prohibidas, obvia razón para forzar al visitante a comprar el catálogo de la exhibición, muy completo pero muy caro. En ese instante la paz del espíritu se vio perturbada por la intranquilidad del bolsillo.


Alessandro Allori.  The Grieving Madonna with the
Symbols of Christ's Passion
. c.1581

Esa noche permanecieron a mi lado dos libros ilustrados que había adquirido en una librería local a excelentes precios: The Great Masters of European Art y Sacred Florence en los que sumergí mis sueños.

Uffizi Gallery. Arno Corridor. Florence.
Photo by José Soriano

Tuesday, January 17, 2012

Lo que trajo la Metamorfosis

SIEMPRE SE OLVIDA ALGO de Virgilio Piñera.
 De izquierda a derecha: Alexander Otaola, Joel Rod y
Zulema Cruz. Photo by José Soriano
Leo un email enviado desde La Habana cuyo asunto decía Ya comenzó el Año Virgiliano. Me cuesta pero tengo que aceptar que hasta se haya creado una comisión organizadora para celebrar el centenario de Virgilio Piñera, figura relevante de las letras y el teatro cubano, quien en vida fuera renegado al ostracismo por su ideario y su conocida homosexualidad. Le comentaba el tema a una amiga de la Isla de visita por Miami quien me repostaba apelando a la dialéctica, la rectificación y los cambios deseados. ¡Claro que es bueno para nuestra cultura reconocer las huellas que dejaron sus intelectuales! pero en ninguna de las notas leídas encontré una simple oración de disculpas. Bueno, qué esperar de los isleños del Caribe cuando el propio resucitado escribiera desde el año 1943 aquel verso que decía “La maldita circunstancia del agua por todas partes/ me obliga a sentarme en la mesa del café”, ¡quién mejor que él para conocer el peso de su Isla y sus coterráneos!

Simultáneamente venían a mi mente las letras que Reinaldo Arenas (otro ninguneado por las instituciones) dedicaba a Virgilio en su ‘Antes que Anochezca’. Como amigo y conocedor de su obra lo desnuda con su irreverente pluma y hasta lo sitúa como el gran ausente en su propio funeral:

“Virgilio Piñera, a pesar de su extraordinaria obra, ya entonces publicada, y de toda su fama, entraba, sin embargo, en la categoría de la loca de argolla1; es decir, tenía que pagar muy alto el precio de ser maricón. Fue recogido a principios de la Revolución y llevado al Morro donde, gracias a la intervención de altas personalidades, (…) pudo salir de la cárcel. Después fue mirado siempre de reojo y sufrió incesante censura y persecución. Como loca de argolla era un personaje extremadamente auténtico y él sabía afrontar el precio de esa autenticidad.
(…) Detestaba cualquier elogio a su obra, detestaba también la alta retórica (…) Era homosexual, ateo y anticomunista.
(…) Virgilio era además feo, flaco, desgarbado, antirromántico. (…) Virgilio veía a la Isla en su terrible claridad desoladora (…)
(…) Representaba al eterno disidente, al inconforme constante, al rebelde incesante (…)”


Al parecer, la moda de los homenajes también llegó a la Universidad de Miami, y en el marco de un congreso internacional de Teoría y Práctica del Teatro Cubano en el Exilio se celebró a Virgilio con conferencias y representaciones escénicas.

Asistí a la clausura teatral, una obra que según el director de la puesta, Yoshvani Medina, es uno de los textos menos conocidos del dramaturgo: ‘Siempre se olvida algo’ en el ArtSpoken Center. La escenificación es tan absurda como la vida de su autor, genera situaciones de humor y nos subraya con fuerza los rostros de la doble moral que asumen los seres humanos ante inverosímiles situaciones, tan actual como cuando fue escrita.

Me hubiera gustado mucho que en La Habana la apertura de este Año Virgiliano se hubiese iniciado con ‘Siempre se olvida algo’, como la gran disculpa para recorrer los caminos de la amnesia colectiva “sin yodo y sin aspirinas”.

1Arenas, Reinaldo. Las cuatro categorías de las locas. Antes que Anochezca. Página 103.  TusQuests Editores. 9.a edición: diciembre 2001.