Tempio canoviano. Possagno Collage made with photos taken from Internet |
Viajar con propósitos culturales en la actualidad difiere sustancialmente de aquellos largos viajes
promovidos en el siglo XVIII en busca de obras clásicas en ciudades como Atenas
o Roma. El disfrute estético influyó tanto entonces, entre los participantes de esos Grand Tours, que surgió una nueva
tendencia estilística que luchaba contra la ornamentación excesiva del barroco
y recuperaba las preferencias clásicas y renacentistas: emergía el Neoclasicismo, movimiento filosófico y artístico del cual Antonio Canova (Possagno 1757-Venezia
1822) fue el más grande de los escultores.
Si bien yo ya había saboreado la exquisita quintessence de sus mármoles figurativos en distintos museos y santuarios de occidente, desconocía su incursión en la arquitectura neoclásica. En una reciente exhibición transitoria en el Metropolitan Museum of Art (New York) aprendí que en su pueblo natal, sobre una colina de la región del Veneto, se alza un templo-iglesia concebido, proyectado y financiado por el excelso escultor, que eventualmente se convertiría en su propio mausoleo. Allí reposa su cuerpo, pero no su corazón.
Si bien yo ya había saboreado la exquisita quintessence de sus mármoles figurativos en distintos museos y santuarios de occidente, desconocía su incursión en la arquitectura neoclásica. En una reciente exhibición transitoria en el Metropolitan Museum of Art (New York) aprendí que en su pueblo natal, sobre una colina de la región del Veneto, se alza un templo-iglesia concebido, proyectado y financiado por el excelso escultor, que eventualmente se convertiría en su propio mausoleo. Allí reposa su cuerpo, pero no su corazón.
El edificio en cuestión es una suerte de simbiosis orgánica entre el Partenón griego -fungiendo como atrio de orden dórico- y el Panteón romano que le otorga una apariencia esférica a su interior. Canova no vivió lo suficiente para verlo completado. De las 32 metopas proyectadas que decorarían los tres frisos del pórtico con escenas bíblicas, solo concluyó 7 modelos de yeso a escala completa, considerados hoy como sus últimas obras maestras.
Inspirándose en la escultura antigua
y los maestros del Renacimiento, los modelos destacan la linealidad de
las figuras como fotos fijas que ‘congelan’ un evento. Los bajorrelieves (1821-22)
que alternarían posteriormente con triglifos y se ordenarían de derecha a izquierda destacan
cuatro episodios del Viejo Testamento y tres escenas próximas al nacimiento de
Jesús resumidas en el Nuevo Testamento. Pareciera que
Canova ilustró su trabajo en pares, pues se pueden ‘leer’ dos creaciones (la
del Mundo y la de Adán), dos sacrificios (el de Abel y el de Isaac) y dos
revelaciones o embarazos (Cristo en el vientre de María y Juan Bautista en el útero de Isabel). El
séptimo trabajo corresponde a la Presentación
de Jesús en el Templo, el único pasaje donde aparecen tres figuras humanas en escena. Pareciera también que insertar
al pequeño niño en el recuadro y tratar de mantener la heredada composición triangular renacentista,
le otorgó cierta ‘rigidez’ al relieve escénico, a mi juicio el menos logrado
de todos.
Famous Canova's sculptures. Left: Musée du Louvre, Paris and Kunsthistorisches Museum, Vienna-2007 Right: Met. Museum of Art, New York-2014 |
Cualesquiera que hayan sido sus
intenciones expresivas, los moldes que la Gallerie dell’ Accademia de Venecia ha prestado a New York, revelan un punto crucial
en su proceso creativo. Canova primero elaboraba un boceto pequeño en arcilla a
partir de un dibujo, después lo llevaba a escala completa también en arcilla y
sobre esta creaba el modelo en blanco yeso, lo cual le permitía hacer cualquier
corrección antes de autorizar la ‘transcripción’ a la piedra. Los yesos fueron
transportados desde su estudio en Roma hasta un estudio en Venecia donde otros
escultores los convertían en metopas cincelando bloques de piedras traídos desde la península de
Istría (Croacia). Aun conservan residuos de arcilla procedente de los relieves donde fueron moldeados. El yeso La Creación
del Mundo, en préstamo por la Gipsoteca canoviana de Possagno, es un molde copiado de la primera metopa del mausoleo,
en sustitución del molde original perdido.
A continuación aparecen las fotos de esos siete bajorrelieves, acompañadas con un breve resumen
de las notas de la exhibición y los versículos bíblicos sobre los que se basan. Pensándolo bien la globalización tiene también otras
ventajas, esta vez no tuve que cruzar el charco oceánico.
La Creación del Mundo
En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. [Génesis 1:1]
La Creación del Mundo
En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. [Génesis 1:1]
El primero de los
bajorrelieves de la serie en correspondencia con la oración que da inicio al
libro Génesis, el primero de la Biblia. Dios como creador del cielo, los mares
y la Tierra (Canova destaca la península itálica y el mar Mediterráneo). Único
y radiante entre los tres orbes, desplazándose armónicamente sobre las nubes,
separando la luz de la oscuridad.
La Creación de Adán
Entonces dijo: “Ahora hagamos al hombre. Se parecerá a
nosotros (…)”
Cuando Dios creó al hombre, lo creó parecido a Dios mismo (…) [Génesis 1:26-27]
Dios desde lo celestial
crea al primer hombre del planeta, cuyos pies tocan firmemente la tierra. Su
fisionomía y gestualidad reflejan las de su creador: el rostro, la
barba, el cabello, incluso la posición de las manos de Adán imitan a la del
Señor de los Cielos. Canova demuestra su habilidad en destacar las perfectas líneas del desnudo.
Caín y Abel
Un día, Caín invitó a su hermano Abel a dar un paseo, y
cuando los dos estaban ya en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. [Génesis 4:8]
Mi preferida: drama,
acción, tragedia. Todo un instante coreográfico de una puesta en escena. Las
líneas corporales de los hermanos y la vehemencia de su gestualidad ante la
violencia se replican formal y metafóricamente en las llamas de fuego que
consumen la ofrenda animal de Abel.
El Sacrificio de Isaac
(…) Dios puso a prueba la fe de Abraham (…) Y Dios le dijo:
-Toma a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas, y (…)
ofrécelo en holocausto sobre el cerro (…) [Génesis
22:1-2]
Abraham construyó un altar y preparó la leña; luego ató a su
hijo Isaac y lo puso en el altar, sobre la leña; pero en el momento de tomar el
cuchillo para sacrificar a su hijo, el ángel del Señor lo llamó desde el cielo:
-¡Abraham! ¡Abraham! (…)
-No le hagas ningún daño al muchacho, porque ya sé que tienes
temor de Dios, pues no te negaste a darme tu único hijo.
Abraham se fijó, y vio
un carnero (…); entonces fue, tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en
lugar de su hijo. [Génesis 22:9-13]
Este molde resume
perfectamente las palabras bíblicas, es como otra representación teatral con
muy escasos elementos escenográficos y donde toda la intensidad del discurso
recae en la intervención divina. Canova se las ingenia para que la lectura
comience en el extremo superior izquierdo de la metopa. Solo un sublime llamado
celestial es capaz de poner a salvo al ingenuo Isaac, mientras que
un cordero entra al stage para ocupar su lugar como ofrenda de fe. Canova se
refugia e inspira aquí en sus predecesores renacentistas Ghiberti y Brunelleschi que usaron el mismo tema en un concurso por decorar las puertas
del Baptisterio en la Florencia del Quattrocento.
La Anunciación
(…) Dios mandó al ángel Gabriel a un pueblo de Galilea
llamado Nazaret, a visitar a una mujer virgen llamada María, que estaba
comprometida para casarse con un hombre llamado José, descendiente del rey
David. El ángel entró al lugar donde ella estaba y le dijo:
-¡Te saludo, favorecida de Dios! El Señor está contigo. Dios te
ha bendecido más que a todas las mujeres. [San
Lucas 1:26-28]
-Ahora
vas a quedar encinta: tendrás un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. [San Lucas 1:31]
María preguntó al ángel:
-¿Cómo podrá suceder esto, si no vivo con ningún hombre?
El ángel contestó:
-El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Dios
altísimo descansará sobre ti como una nube. Por eso el niño que va a nacer será
llamado Santo e Hijo de Dios. [San Lucas
1:34-35]
Mensaje simple y directo
el de este rectángulo de la serie, los personajes del ángel Gabriel y la Virgen
María están visiblemente separados por una nada de paz y solemnidad, solo
interrumpida en la porción superior por los símbolos de la pureza y el Espíritu
Santo, una nada que se llena con el milagro de la concepción de Cristo. La
postura de aceptación de María, su expresión serena, los ropajes con suaves
ondulaciones así como los rasgos del ángel me recuerda al impresionante conjunto
escultórico del monumento fúnebre a María Cristina de Austria, en Viena. Concepción
y muerte, dos actos ceremoniales de obediencia matizados por el misterio de la
eternidad.
La Visitación
(…) María se fue de prisa a un pueblo de la región montañosa de
Judea, y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Cuando Isabel oyó el
saludo de María, la criatura se le movió en el vientre, y ella quedó llena del Espíritu
Santo. Entonces, con voz muy fuerte, dijo:
Este es el más sencillo
de los recuadros: Entrando por la izquierda, María saluda a su anciana prima Isabel. Aunque presuntamente estéril, Isabel también está embarazada gracias al milagro de la concepción, llevando en su
vientre a
Juan Bautista. Canova soluciona con solo dos escalones la distribución espacial
de la escena para sugerir que la casa de Isabel se ubica en un plano
superior, y todo el encuentro tiene lugar dentro de un simple triángulo imaginario. Un arreglo similar se aprecia en el fresco de
Ghirlandaio –“Visita di Maria a santa Elisabetta”- en la Cappella Maggiore de la Basílica de Santa Maria Novella
en Florencia.
Presentación de Jesús en el Templo
Presentación de Jesús en el Templo
Cuando se cumplieron los días en que ellos debían purificarse
según las ceremonias de la ley de Moisés, llevaron el niño a Jerusalén para presentárselo
al Señor. [San Lucas 2:22]
Fueron, pues, a ofrecer en sacrificio (…) un par de tórtolas
o dos pichones de paloma.
En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre que se llamaba Simeón.
Era un hombre justo, que adoraba a Dios y esperaba la liberación de Israel. El Espíritu
Santo estaba en Simeón, y le había hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías
(…) Simeón fue al templo (…) lo tomó en los brazos y alabó a Dios, diciendo:
“Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: puedes dejar que tu
siervo muera en paz (…)”
[San Lucas 2:24-29]*
[San Lucas 2:24-29]*
Aquí se incorpora el momento
en que el viejo sacerdote reverencia al infante Jesús para así recibir al Salvador. ¿Por qué Canova escogió este pasaje bíblico, el único donde
aparece la figura de Cristo y no una Natividad por ejemplo? No lo sé, pero sintiéndose
enfermo y cansado quizás se haya autorretratado en la figura de Simeón para pagar su
promesa y alcanzar la inmortalidad.
Canova murió en octubre de 1822, pocos
meses después de viajar a Possagno tras supervisar el progreso de las obras del
templo.
* Todas las citas bíblicas fueron extraídas de: Dios
habla hoy. La Biblia con
Deuterocanónicos. Versión Popular – Segunda Edición. 1987. Sociedades Bíblicas
Unidas. México, D.F.
Photos and collages by José Soriano
Tu post, sino el mejor esta entre ellos, pues viene a completar la imagen de todo lo mostrado de Canova en el Museo Metropolitano, acucioso y bien argumentado con los pasajes bíblicos que inspiraron el trabajo, es de fácil lectura y para quién no tiene como en mi caso acceso a las piezas podía hacer mi recreación mental de lo expuesto. Además es muy didáctico y me hizo remitirme a diccionarios y las fuentes que me son accesibles desde acá para complementar la información. Experiencia maravillosa que tuviste al visitar ese museo que no quedó en la generalizada estéril presencia ante la obra, sino a la indagación y la labor altruista de ofrecerla a quienes no tienen esa posibilidad de disfrutarla en vivo. Ahora que estamos viviendo estos días de cuaresma como preparación para la celebración más importante de la liturgia católica el post no puede ser más oportuno.
ReplyDeleteGracias José
Ya de semi -vacaciones de Semana Santa, puedo por fin leer y responder con calma los mensajes.
ReplyDeleteEste tuyo me lo degusté como la clase de Historia del Arte a la que nunca pude asistir, incluso disfrute poder buscar términos que no conocía, ha sido un verdadero placer estético, por lo que no me canso de darte las gracias por compartirlo y hacernos participes.
Es otra forma de viajar en compañía de un gran maestro.
Un beso
Sonia