Antonia Eiriz and her work. Photo by José Soriano |
Otra
vez el MDC Museum of Art + Design
aglomera obras de artistas plásticos cubanos en los espacios del Freedom Tower, en esta ocasión con la
exhibición Antonia Eiriz: A Painter
and Her Audience.
De
ella tenía una noción vaga sobre los trabajos artesanales que salían de un
taller cerca del municipio de San Miguel
del Padrón que usaba como materia prima tiras de periódicos, revistas
viejas y engrudo de almidón. Allí niños y adultos daban formas y color a la
imaginación aplicando la técnica de papier-mâché enseñada por Antonia.
Papier-mâché works.1970-90s (Artist Estate) |
Maternidad-Retrato Familiar-El Lado Oscuro, 1994 (Artist Estate) |
No recuerdo haber ‘chocado’ antes con el resto de su obra y escribo chocado pues fue justamente una sacudida emocional la que recibí cuando me enfrenté a sus piezas pictóricas días atrás. En su pintura hay abstraccionismo, como existe en muchos otros maestros de su tiempo, pero fueron sus elementos figurativos disformes los que estigmatizan su gran obra, piezas tan dolorosas que distan del ideal decorativo para convertirse en alaridos de denuncia, donde aflora el lado oscuro del individuo, la familia y la sociedad.
En mi
recorrido por las salas de la exposición me preguntaba cuánta agonía debió cargar
en su espalda esta señora. La respuesta la encontré después cuando leía los
relatos apuntados por su sobrina en un merecido sitio digital.
Entre Líneas. 1993. A. Eiriz (Museum of Art / Ft Lauderdale) |
Definitivamente
la poliomielitis que hizo diana a su niñez dejaría también profundas secuelas psicológicas;
pero su estética expresiva quedaría marcada por los revueltos años primaverales
de la Revolución que pronto darían paso al ‘parametraje’
del arte y de los artistas. Para entonces, su musa comandante exponía demasiado
su alma ennegrecida, y de la delicada mano emergían grotescos rostros con órbitas
enucleadas y bocas abiertas ahogándose en gritos de silencio.
Una Tribuna Para La Paz Democrática. 1968. Reproduction*. Inkjet on paper (Artist Estate) |
Esta Gente. 1993 (Artist Estate) |
Vendría
un largo mutismo pictórico en el que se sumergió en 1968 y del que no saldría hasta
1993 a su llegada a Miami; pero eso
es demasiado tiempo para un artista. Tan intensamente reanudó su trabajo, tanto
se le había quedado por decir al lienzo de ese sombrío período que su corazón
estalló dos años después.
El Cristo del Gallinero.1974. T.Sánchez (Collection of Cernuda family) |
Ya en
la calle, conmovido (porque me llevé su angustia), visualicé y pensé en El Grito de Edvard Munch(1895), el grito mejor cotizado y por tanto el más oído del mundo moderno; dejaba
atrás sin embargo, los gritos de Antonia,
replicados en el eco de los pasillos de la Torre de la Libertad e irónicamente escuchados
sólo por unos pocos.
Reencarnaciones. 1993 (Artist Estate) |
Photos by José Soriano
*A Tribune For Democratic Peace. Original work: oil and collage on canvas (86.5 x 98.5 inches). Museo Nacional de Bellas Artes. Cuba
Muy bueno tu post sobre Antonia una personalidad compleja que sufrió tanto por los avatares de la vida como de la incomprensión de su arte, pero siempre puso el amor por encima de todo. La conocí gracias a un amigo común que vivían en San Francisco de Paula, en su taller donde permitía a niños y adultos hacer realidad sus fantasias a través de la técnica del Papier mache. Paso el tiempo que todo lo pone en su lugar y me sorprendí cuando ví un anuncio de una restrospectiva suya en la Galeria de Arte Galiano frente al cine teatro América cuando la ví me di cuenta que su obra era inmensa y no de facil acceso, supo esperar y su obra la consagro por encima de la intolerancia y el dolor de los duros años vividos aquí.
ReplyDeleteEsteban Guanche