El elemento agua, presente en estas fotografías, en forma de mar o de lago o de río, es tema permanente en muchos de los versos que Dulce María Loynaz escribiera entre 1920-1938: el agua reflejando sus paisajes, moviéndose en libertad, compartiendo sus secretos... Este es el humilde homenaje de un viajero tímido ofrecido a su poetisa. Su dimensión literaria lo colma, y ahí están los versos replicándose en su mente cada vez que llega a un puerto y no encuentra quien le espere.
Video by José Soriano
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