Autumn Bonsai Exhibit: Beautiful Transitions U.S. National Arboretum. |
Adoro el otoño y sus colores quizás por
ser la estación del año en que vi la luz por vez primera y me arrulló su brisa
agradable. Necesitaba escaparme más allá de la gama de verdes que me rodea y
sin pensarlo dos veces me hice de boletos hacia Washington, D.C. Dos horas
después ya estaba rodeado de rojos,
amarillos y naranjas y una lluvia perenne de hojarasca que salpicaba jardines, monumentos
e instituciones estatales.
U.S. National Arboretum. Washington, DC |
The National Archives. Washington, DC |
Cinco décadas de vida cumpliré
próximamente que coinciden temporalmente con la exhibición anunciada a grandes
letras: Crisis de octubre para los
cubanos, Crisis de los misiles cubanos
para los norteamericanos o Crisis del
Caribe para los soviéticos, las tres partes involucradas en un conflicto
internacional que hace cincuenta años llevó al mundo a tambalearse en el borde de un cataclismo termonuclear.
Las condiciones históricas y los detalles de los 13 días del otoño de mayor tensión entre las superpotencias del mundo moderno del pasado siglo están adjuntos en un video muy educativo que encontré después; pero ‘in situ’ mi piel se hacía de gallina en la medida que leía las transcripciones y oía las cintas (ahora digitalizadas y desclasificadas) que secretamente se grabaron en la Casa Blanca durante las reuniones del Presidente con el ‘Ex Comm’ para decidir cómo proceder frente a la provocación de la URSS instalando misiles nucleares a 90 millas de sus narices, capaces de alcanzar las principales ciudades estadunidenses en menos de 5 minutos. Bajo tremenda presión J. F. Kennedy -con disciplina y delicadeza- condujo las negociaciones, insistía en que los misiles tenían que ser removidos al tiempo que un impulsivo Khrushchev se negaba. Un avión americano U-2 fue derribado en tierras cubanas por personal soviético (pero bajo las órdenes de Fidel Castro). El Presidente se opuso a responder usando la fuerza y cedió al chantaje público del Premier soviético (a cambio de que Cuba nunca fuera invadida –el fatalismo geográfico insular ya estaba echado-) y al chantaje secreto de remover posteriormente los misiles Júpiter de Turquía. Nikita Khrushchev súbitamente anunció el desmantelamiento de los misiles cubanos a través de la radio moscovita en octubre 28 (día considerado como el último de la crisis). Cuba no fue consultada y al sátrapa le dió la ‘pataleta’ por haber sido multiplicado por cero en la negociación (es de destacar que dos días antes, Castro, en una carta incitaba al mandatario soviético a ‘tirar la primera piedra’ –nuclear- a EU. Posteriormente donde escribió digo reacotó Diego).
Las condiciones históricas y los detalles de los 13 días del otoño de mayor tensión entre las superpotencias del mundo moderno del pasado siglo están adjuntos en un video muy educativo que encontré después; pero ‘in situ’ mi piel se hacía de gallina en la medida que leía las transcripciones y oía las cintas (ahora digitalizadas y desclasificadas) que secretamente se grabaron en la Casa Blanca durante las reuniones del Presidente con el ‘Ex Comm’ para decidir cómo proceder frente a la provocación de la URSS instalando misiles nucleares a 90 millas de sus narices, capaces de alcanzar las principales ciudades estadunidenses en menos de 5 minutos. Bajo tremenda presión J. F. Kennedy -con disciplina y delicadeza- condujo las negociaciones, insistía en que los misiles tenían que ser removidos al tiempo que un impulsivo Khrushchev se negaba. Un avión americano U-2 fue derribado en tierras cubanas por personal soviético (pero bajo las órdenes de Fidel Castro). El Presidente se opuso a responder usando la fuerza y cedió al chantaje público del Premier soviético (a cambio de que Cuba nunca fuera invadida –el fatalismo geográfico insular ya estaba echado-) y al chantaje secreto de remover posteriormente los misiles Júpiter de Turquía. Nikita Khrushchev súbitamente anunció el desmantelamiento de los misiles cubanos a través de la radio moscovita en octubre 28 (día considerado como el último de la crisis). Cuba no fue consultada y al sátrapa le dió la ‘pataleta’ por haber sido multiplicado por cero en la negociación (es de destacar que dos días antes, Castro, en una carta incitaba al mandatario soviético a ‘tirar la primera piedra’ –nuclear- a EU. Posteriormente donde escribió digo reacotó Diego).
John F. Kennedy, 35th President Elaine de Kooning, 1963 National Portrait Gallery |
Lo que vino después es más conocido: Las bases nucleares fueron desmanteladas bajo supervisión internacional, se firmó un tratado para poner fin a la carrera armamentista y la producción de armas nucleares, y el gobierno cubano empezó a cacarear sus Cinco Puntos. No sé si felizmente, pero nací pocos días después aun rodeado por buques navales americanos, mi ablactación incluyó compotas Gerber (de las intercambiadas por los prisioneros de la Bahía de Cochinos) y crecí bajo la amenza psicológica de un enemigo fantasma que atacaría en cualquier momento y por cualquier rincón, con el miedo de no llegar a los 16 años y tener que marchar a un campo de entrenamiento militar o ser seleccionado para cavar trincheras o perforar refugios “on that imprisoned island” como la llamara el Presidente en su locución hacia el pueblo americano aquel 22 de octubre de 1962.
Pero en los recintos de los Archivos
Nacionales experimenté también satisfacciones: Tuve frente a mí una de las
cuatro copias originales de la Carta Magna, documento en latín fechado en el
1297, un ícono de la democracia (ya había visto otra de estas primeras copias en
la Catedral de Salisbury, en UK) y en su rotonda, los grandes pliegos de papel
que con caligrafía atenuada por el tiempo, conforman las Cartas de la Libertad:
La Declaración de Independencia Americana (1776), La Constitución de los EUA (1787), y La Carta de Derechos (The Bill of Rights, 1791). Es importante de vez
en cuando entrar en ‘shock’ con la
Historia, y esta oportunidad de acceder libremente a la información nacional fue
‘priceless’.
La Democracia de esta gran nación empieza
en esta monumental estructura: en sus Archivos Nacionales, y Ud. la puede hacer
valer en sus urnas.
Photos by José Soriano