Ven y Mira, 2011. Joel Besmar Photo by José Soriano |
The Crucifixion with St Francis. 1285 Jacopino da Reggio. Metropolitan Museum of Art. NY Photo by José Soriano |
“(…) Every time we write a date, we are using the death and resurrection of Jesus Christ as the focal point. A.D. and B.C. History was split by this one event (…)”
Como un rayo de
luz pasó por mi mente aquel programa de la TV cubana
llamado “Escriba y Lea”, aun en el aire por más de 40 años, donde tres
panelistas -catedráticos universitarios- desarrollaban un algoritmo de
razonamiento para ‘descubrir’ un tema X del conocimiento de la humanidad a
partir de muy pocas claves. Y el panel era muy cuidadoso a la hora de ubicar
los hechos, preguntaban algo así como… “¿Anterior o posterior a Nuestra Era?”. En
momentos en que el ateísmo y el materialismo inundaban nuestras universidades,
mencionar un antes o después de la vida de Cristo no hubiera ofrecido larga
vida a ese programa educativo en vivo.
En lo que todos coincidimos es que B.C.
(Before Christ, en español antes de Cristo [a.C.]) se refiere a los años
anteriores a la vida de Jesús (traducido del idioma inglés), quien
ya pertenecía a Nuestra Era, sin embargo, A.D. una vez más fue usado erróneamente
como “After the Death” (después de la muerte de Cristo) en lugar del latín “Anno Domini” de donde ha sido tomado (En el Año de Nuestro Señor
Jesucristo -se refiere al nacimiento y no a la muerte-) que cuenta consecutivamente el número de Pascuas según el calendario gregoriano y que en español
corresponde a después de Cristo (d.C.).
Interpretando literalmente las palabras del capellán
pudiéramos deducir que los 33 años vividos en la Tierra (espacio) por Nuestro Señor Jesucristo fueron atemporales, no
existieron en ninguna de las dos eras (tiempo), al no definirse un año 0 y al “A.D.1” referirse al primer año
de nuestra era. De todas formas las imprecisiones al computar la historia continúan:
Si Herodes ordenó la matanza de los inocentes al enterarse del nacimiento del Mesías
y el malvado rey murió de una terrible enfermedad alrededor del año 4 a.C. (B.C. según los textos en inglés),
entonces la Natividad debió ocurrir antes que el tirano falleciese.
Lamentation (detail). 15th century. Petrus Christus. Musées Royaux des Beaux-Arts. Brussels Photo by José Soriano |
Pero ahí están los símbolos de la pasión, poderosos y eficaces para contar la historia y trasmitir el mensaje divino. Cada vez que veo la cruz sin el cuerpo agonizante, todo lo que me recuerda es un instrumento de tortura y muerte, que pareciera estar a la espera de la próxima víctima. ¿Cuántos ríos de glóbulos rojos han corrido a lo largo de nuestra era justo después de este evento?.
Por eso, la resurrección que yo reconozco está en la erudición, en el estudio y en la conquista del conocimiento como únicas formas de alcanzar la libertad y mejorarnos como seres humnos. En parte debo agradecer a ese arcaico programa televisivo que sembró en mí la semilla de la búsqueda de la verdad. En el calvario de la desinformación de entonces aprendí que no todo lo escrito en blanco y negro era cierto, y en el mar de sobreinformación de hoy he encontrado vías facilitadoras e inhibidoras que -como lifesavers- me ayudan a no ahogarme y seguir adelante. Parodiando el libro de la Apocalipsis se me ocurre sugerir: Venga, lea, piense, y entonces, escriba.