Thursday, July 18, 2013

Visitas Controversiales

St Paul visits St Peter in Prison (detail)
1481-82. Filippino Lippi
Photo by José Soriano
Mientras visitaba la Capella Brancacci, llamada por algunos como la Sixtina florentina, y me recreaba en el ciclo pictórico sobre la vida de San Pedro -iniciado por Masolino y Masaccio y completado por Filippino Lippi en el siglo XV- no lograba sustraerme de que a mi regreso a USA, otras visitas menos halagüeñas debían realizarse.

Y como la gama de colores de la vida es más amplia que los pigmentos del más brillante de los frescos, pacientemente esperé a ser seleccionado por un sistema que solo conoce del gris y el ocre: Paradójicamente y por secuencias de fechas, primero debí reportarme como un buen American citizen a la Corte del Distrito Sur de la Florida en función de potencial jurado; mientras que en un segundo tiempo recibía la aprobación del sistema penitenciario para visitar a un reo.

Cuantas diferencias (y semejanzas) entre ambos recintos: restricciones de tiempo, escrutinios, advertencias y prohibiciones. En la capilla de Firenze todo devino en recogimiento, belleza, alimento para el alma. En el edificio de Miami, con detalles art déco para suavizar su austeridad y grisura, sentí el rigor de la ley y el descalabro del futuro.

He renegado tanto de mis períodos de confinamiento, que parecieran haberse borrado de la memoria. Sin embargo, todos saltaron ahora cuando cruzando el lobby de la cárcel del condado podía oír los comandos autoritatios de los oficiales en cargo. No me acostumbré nunca al (mal)trato recibido cuando era un estudiante pre púber en las obligadas estancias escolares en el campo, ni a los gritos de aquellos ‘profesores’ que a finales de mi carrera universitaria me forzaron a permanecer en un campamento militar improvisado en la montaña a cambio del título de graduado; tampoco a las frías y largas horas en que fui sometido a un interrogatorio por los agentes de inmigración a mi llegada a este país. En todas estas ocasiones he sentido el desamparo del que no tiene o desconoce sus derechos.

Tribute Money (detail): 
 St Peter tenders a coin to the tax collector.
1426. Masaccio.
Photo by José Soriano

Hoy, con ese derecho conquistado de acceder libremente a la información  (a la desclasificada) hago visitas virtuales y descubro cifras que ‘erizarían’ al más naif de los ciudadanos. Esglobal lo enuncia así: “La situación de las cárceles de un país suele reflejar las virtudes y, demasiado a menudo, los defectos del Estado que las gestiona (…)”; en el que vivo hasta las prisiones se han privatizado, una industria próspera que genera capital, un sistema finito de números positivos. El 97% de los reclusos federales cumplen condenas por delitos no violentos, seres aruinados que arrastrarán un record criminal por el resto de sus vidas, ánimas castigadas que no lograrán otro espacio en la sociedad fuera del círculo desolado de sus familias.
Disputation with Simon Magus
and Crucifixion of Peter
(details).
1481-82. Filippino Lippi.
Photo by José Soriano
Re-visito entonces los frescos de Filippino Lippi, quien debió respetar estilos en la difícil tarea de continuar lo que sus predecesores dejaron inconcluso, pero se las ingenió para contarnos una historia llena de detalles. Poco ha cambiado desde entonces.
Capella Brancacci, Santa Maria del Carmine
Photo by José Soriano